El tipo de robo de identidad más común es el robo de identidad financiero, que incluye el uso no autorizado de la información personal de alguien para acceder a cuentas bancarias, abrir tarjetas de crédito o solicitar préstamos en su nombre. Según diversas fuentes y estadísticas, este tipo de robo suele ser el más denunciado.
Una razón por la que el robo de identidad financiero es más común que otros tipos es la amplia disponibilidad de información personal en línea. Con el auge de las redes sociales, las compras en línea y la digitalización de muchos servicios, las personas a menudo comparten información sensible (como nombres, direcciones, números de teléfono y, en ocasiones, información financiera) que los delincuentes pueden utilizar. Esto facilita que los estafadores obtengan los datos necesarios para cometer fraudes financieros de manera más sencilla.