Un Día Inesperado
Era un viernes por la tarde y estaba en casa con mis amigos, Ana y Luis. Habíamos planeado una noche de películas y pizza, un plan bastante normal para nosotros. Mientras preparábamos las palomitas de maíz, os escuchamos una fuerte explosión afuera. Al principio, pensamos que era fuegos artificiales, pero luego nos dimos cuenta de que no era eso.
Decidimos salir para ver qué había pasado y, para nuestra sorpresa, un grupo de curiosos se había reunido frente a la casa de un vecino. Allí había un coche muy raro, un antiguo convertible, que se había quedado atascado en el jardín. Entonces, un hombre vestido con ropa de los años 70 salió gritando: "¡Ayuda, necesito sacar mi coche!" Fue una escena cómica.
Al principio, no sabíamos si reír o ayudar, pero al final, nos unimos a los vecinos para tratar de empujar el coche. Todos estábamos riendo mientras intentábamos moverlo. Después de muchos intentos y risas, finalmente logramos sacarlo del jardín, ¡y el hombre nos agradeció con pizza!
Mi noche de películas se convirtió en una aventura inesperada, y me sentí feliz de haber ayudado a alguien y de haber reído tanto. Al final, disfrutamos de la pizza y seguimos viendo películas, pero ahora teníamos una historia divertida para contar.