Gandhi se negó a aceptar muchas de las imposiciones y normas sociales que los ingleses quisieron integrar en la sociedad india. En particular, se opuso a:
-
La imitación cultural: Gandhi rechazó la idea de que los indios debían imitar a los británicos en su forma de vestir, comportamiento y cánones de belleza. En su esfuerzo por recuperar la identidad india, adoptó la vestimenta tradicional y promovió el uso de tela hecha en casa.
-
Las distinciones de clase y raza: Se opuso a las jerarquías impuestas por el colonialismo británico que privilegiaban a los europeos y discriminaban a los indios. Esto incluía la existencia de letreros que decían "Solo europeos" y el sistema de castas que también contribuía a la desigualdad en la sociedad india.
-
La injusticia y el racismo: La experiencia de ser expulsado de un tren por ser un hombre "de color" evidenció el trato desigual que recibían los indios. Gandhi se rehusó a aceptar esta forma de racismo y lucha por la dignidad y derechos de todos los seres humanos.
En lugar de aceptar y adaptarse a estas normas injustas, Gandhi promovió la resistencia pacífica y la no violencia como formas efectivas de protesta y cambio social, lo que se convirtió en un elemento clave de su liderazgo y en su camino hacia la independencia de la India.