A. En una simulación donde la tasa de mutación se establece en 0,1, puedes esperar observar una población de insectos bien adaptados que mantiene su aptitud promedio superior al 90%. Esto se debe a que, con una baja tasa de mutación, las adaptaciones cumplidas por la población se preservan y las mutaciones introduces apenas alteran el éxito adaptativo de los insectos. En cambio, al aumentar la tasa de mutación a 10,0, es probable que observes una disminución en la aptitud promedio de la población. Esto puede deberse a que las mutaciones frecuentes introducen cambios en los rasgos que son más perjudiciales que beneficiosos, afectando negativamente la capacidad de los insectos para sobrevivir y reproducirse en su entorno.
B. Si una población ya está bien adaptada a su entorno, generalmente las mutaciones tendrán más probabilidades de ser perjudiciales que beneficiosas. Esto se debe a que la mayoría de las mutaciones tienden a ser aleatorias y, en un contexto de alta adaptación, cualquier cambio genético que no esté alineado con las características que contribuyen a esa adaptación puede comprometer la viabilidad y el éxito reproductivo del organismo. Las pocas mutaciones beneficiosas que pueden surgir en este contexto son más un resultado de la variabilidad genética que puede aportar alguna mejora específica en condiciones cambiantes, pero en general, los cambios en una población ya bien adaptada tienden a tener un impacto negativo.