¿Cómo sabemos que Pablo buscaba la compañía de sus hermanos en la fe, y por qué lo hacía?

20 Una vez terminados los preparativos necesarios, Pablo y sus compañeros continuaron el viaje. En todas las etapas del viaje a Jerusalén habían buscado la compañía de los hermanos. En Tiro, los habían encontrado y se habían quedado una semana con ellos. En Tolemaida, los habían saludado y habían pasado un día con ellos. En Cesarea, habían estado varios días en casa de Felipe. Después, algunos cristianos de allí los acompañaron hasta Jerusalén, donde uno de los primeros discípulos, llamado Mnasón, los hospedó en su casa. ¿Y qué bienvenida les dieron? Lucas dice: “Los hermanos nos recibieron con alegría” (Hech. 21:17).
21 Pablo siempre quería estar con sus hermanos. Igual que nos pasa a nosotros, él recibía mucho ánimo gracias a la compañía de otros cristianos. Y ese ánimo lo ayudó a enfrentarse a los crueles enemigos que más tarde quisieron matarlo.

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La narrativa de Pablo y sus viajes, tal como se describe en el libro de Hechos de los Apóstoles, revela claramente su deseo de buscar la compañía de sus hermanos en la fe. Este comportamiento se puede observar en varios momentos clave de su viaje, donde se toma el tiempo para visitar y pasar tiempo con comunidades cristianas en diferentes ciudades. En Tiro, se queda una semana con los hermanos; en Tolemaida, se detiene por un día; y en Cesarea, se hospeda con Felipe y su familia durante varios días.

La razón por la que Pablo buscaba la compañía de otros cristianos se puede atribuir a múltiples factores. Primero, la comunión con otros creyentes le brindaba un soporte emocional y espiritual, que era especialmente importante dado el contexto en el que se encontraba. Pablo enfrentaba numerosos desafíos y persecuciones a lo largo de su ministerio, y la presencia de otros en la fe le proporcionaba ánimo y fortaleza. Lucas resalta que "los hermanos nos recibieron con alegría", lo que sugiere que la comunidad de creyentes también valoraba estas visitas y el compañerismo que se generaba en ellas.

Además, estar rodeado de otros creyentes le permitía a Pablo compartir su fe, motivar a otros y continuar fortaleciendo la comunidad cristiana en un momento en que el cristianismo enfrentaba hostilidad. La compañía de sus hermanos era, sin duda, una fuente vital de apoyo que le ayudaba a mantenerse firme en su misión y a enfrentar los retos con valentía. En resumen, la búsqueda de la compañía de sus hermanos en la fe por parte de Pablo refleja su necesidad de comunión, apoyo y aliento en su labor evangelizadora.